Déficit de atención e hiperactividad

Pautas generales de intervención para alumnos con TDAH

26 enero, 2015 por Tránsito Bernal
  • Establecer normas de clase de manera clara y concisa, pueden exhibirse en un lugar visible para recordar su cumplimiento. Pueden ser trabajadas y discutidas en grupo para que los alumnos comprendan su importancia.

  • Sentar al alumno cerca de la mesa del profesor, así como cerca de estudiantes que le puedan servir de modelo y que no presenten problemas de conducta.

  • Disponibilidad de un área de trabajo más silenciosa y/o protegida de distracciones para cualquier alumno que lo solicite.

  • Disponer de un cuaderno de tareas para casa, con el que también podamos comunicar a los padres las tareas y exámenes para que puedan ayudarle con suficiente tiempo. Se debe supervisar dicho cuaderno para asegurarnos de que lo apunta todo correctamente.

  • Comprobar la mesa y cuadernos regularmente para facilitarle la organización y limpieza.

  • Enseñar destrezas de organización, como codificar con colores los libros y sus cuadernos correspondientes. Escribir en diferente color enunciado y respuestas, notas importantes…

  • Las instrucciones deben darse de una en una, siendo concretas, cortas y en un lenguaje positivo. Manteniendo el contacto ocular y/o la proximidad física para asegurar su atención.

  • Repasar las instrucciones cuando se presenten tareas nuevas para corroborar si el alumno las ha comprendido, y una vez que se cumplan serán elogiadas inmediatamente.

  • Recordar al alumno que debe revisar el trabajo antes de darlo por finalizado.

  • Combinar tareas de diferente nivel de interés. Por ejemplo después de una lectura, continuar con una actividad más manipulativa o concreta.

  • Dar explicaciones motivadoras, acercando el tema a la vida cotidiana del niño, y dinámicas, fomentando la participación. Es importante que estén estructuradas, organizadas y asegurarse de su comprensión.

  • La metodología de aprendizaje debe centrarse en conducir el desarrollo cognitivo verbalizando los pasos y hacer todas las etapas sin saltarse ninguna.

  • Las tareas deben tener un formato simple y claro, y ser justas en cantidad. Si se trata de actividades largas conviene fragmentarlas, además de supervisar y reforzar constantemente.

  • En caso de ser necesario, permitir tiempo adicional para completar las tareas.

  • Usar mecanismos para captar la atención del alumno (variar tono de voz, mantener silencio en el momento menos esperado, mencionar el nombre del alumno, moverse cerca de su mesa…).

  • Establecer con el alumno una clave o señal para ayudarle a reconocer cuando no está haciendo la tarea o comportamiento esperado.

  • Proporcionar descansos que le permitan moverse (por ejemplo ayudar a recoger) y entre una asignatura y otra.

  • Hablarle en un tono adecuado, sobretodo si está nervioso.

  • Hacerle preguntas cuando esté prestando atención en lugar de cuando no esté en la tarea pertinente, así protegemos su autoestima.

  • Para hacer correcciones empezamos comentando lo positivo, lo que sí ha conseguido, y continuamos planteando de manera constructiva en qué ha fallado y cómo puede mejorar.

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