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REFLEXIONES DURANTE EL ESTADO DE ALARMA

19 marzo, 2020 por el Aprendiz, Psicología y Logopedia

Buenas tardes aprendices, llevamos varios días en estado de alarma, a estas alturas ya hemos leído, oído y escuchado todo tipo de información acerca del coronavirus, llevábamos semanas siguiéndolo a nivel internacional, al principio como algo muy lejano, el virus ha ido avanzando, traspasando fronteras con una gran facilidad, un clarísimo ejemplo de la globalización. Hemos ido viendo como algunos vecinos europeos han ido tomando medidas, ahora es nuestro país el que las está tomando, ahora somos nosotros, cada uno en primera persona quienes las estamos tomando.

No todos nos dedicamos al sector de la sanidad, de la investigación, de la educación, de la economía o a la administración pública, no todos estamos incluidos en el real decreto, no todos somos autónomos, no todos somos empleados, no todos estamos en población de riesgo. Pero hay algo que todos tenemos en común, todos somos personas, todos. Lo que está ocurriendo nos afecta a todos, en mayor o menor medida.

Lo que está ocurriendo nos pone los pies sobre la tierra. Ante esta información, y desinformación, masiva, a partes iguales, os propongo hacer un ejercicio de autoconcepto, de conciencia personal. Te conoces mejor que nadie y si aún no te has dado cuenta es porque probablemente por el ritmo de vida que solemos llevar no te hayas parado a reflexionar sobre ello. Sabes qué te gusta, sabes qué quieres, incluso cuando te sientes perdido, si te paras, si te escuchas y eres sincero contigo mismo sabes que oirás tu verdad. En teoría se ha parado todo, pero en la práctica no es así, la mente no para, la incertidumbre nos lleva a anticipar, la anticipación nos lleva a la ansiedad, a la sensación de falta de control.

Bien, reflexionemos juntos, hagamos un esfuerzo juntos para avanzar a nivel individual, y viceversa, hagamos un esfuerzo individual para avanzar juntos, a nivel colectivo. Ahora mismo qué es lo más importante para ti, no conozco la escala de valores de cada uno, pero vamos a hablarlo de una forma un poco general, al fin y al cabo, todos somos seres humanos.

Me preocupa la salud, vale es lógico, ¿ahora mismo tus seres queridos están todos sanos? Vamos a pensar en las personas que están en casa con nosotros, para aquellos que estén pasando el confinamiento acompañados, lo primero en lo que puedo fijarme es, en si están sanos. ¿Algunos de nuestros familiares ya tenían enfermedades previas?, ¿cómo están ahora?, ¿están lo mejor posible dentro de esta situación?, ¿hay algo que esté dentro de nuestro control, de nuestra capacidad de ahora mismo por hacer que estén mejor?, y si soy yo mismo el que estoy atravesando un problema de salud, ¿hay algo que yo o quienes me rodean podamos hacer por mejorar la situación? Ahora el pensamiento nos puede llevar a aquellos que están pasando la cuarentena solos en sus casas, o a otras personas a las que queremos pero que no las tenemos en casa con nosotros, otros familiares, amigos o parejas que no convivan juntos, por ejemplo. ¿Cómo está esa persona que tengo en mente?, ¿cuál es su estado de salud? Y con el mismo razonamiento de antes, ¿está lo mejor posible dentro de esta situación? ¿hay algo dentro de mis posibilidades, por hacer que esté mejor?

Si la respuesta es que está bien, puedo permitirme sentir cierto alivio, vale la situación me resulta muy desagradable, pero estoy sano, las personas a las que quiero también, o no estamos bien, pero estamos lo mejor posible, u otra opción, al pensarlo me he dado cuenta de que se podría mejorar haciendo tal cosa, estupendo, hazlo. En el peor de los casos, necesitamos de atención médica, vale, para eso están los profesionales, para eso está sanidad, pero así, después de haberme parado a pensar, si los necesito, estoy haciendo un uso responsable, sin colapsos, sin malgastar los recursos que tan necesarios son siempre y especialmente en situaciones de crisis como esta.

Seguimos con el tópico, salud, dinero y amor. Ya hemos visto la salud, pasamos al dinero. ¿Cómo me afecta la situación actual a nivel económico? Lo más probable es que aún no lo sepas, estamos aturdidos con la cantidad de información que hay al respecto, pero la mayoría de lo que nos llega son supuestos, datos provisionales. Espera, tomemos el control, en la medida de lo posible, ahora mismo cuál es mi situación laboral y económica. Si soy trabajador por cuenta ajena, o sea si formo parte de una empresa, ¿sé ya qué medidas va a tomar mi empresa? Si soy autónomo, ¿sé ya qué medidas puedo tomar? Probablemente la respuesta sea no en la mayoría de los casos. ¿qué está dentro de mi control? Dentro de mi control está continuar comprometido con mi trabajo, con mi profesión y mi organización, comprobar mi economía, mi propia administración. Es lógico que me preocupe la estabilidad de mis ingresos, saber si podré hacer frente a los gastos. Pero lo primero en lo que puedo centrarme es en el ahora, actualmente, ahora mismo qué capacidad de tengo para afrontar los gastos que se me presentan y qué capacidad tengo para mantener o seguir generando fuentes de ingresos. Lo demás, ahora mismo no lo puedo controlar, cuando haya opciones disponibles, cuando salgan medidas más concretas, cuando los asesores tengan más información, entonces, será el momento de volver a plantearme esta cuestión, de buscar siempre la mejor alternativa posible. Mientras tanto, ¿quiero sentir el estado de ansiedad y estrés que conlleva esta incertidumbre? No.

En último lugar pero sin duda no por ser el menos importante, el amor. Los que me conocéis personalmente, con los que ya he tenido la suerte de estar, ya sabéis que para mí, en la línea de trabajo que os propongo y que tengo la suerte de seguir juntos, el amor es la base fundamental. Cuando amo a una persona, le respeto, le cuido, le protejo, le dedico mis mejores pensamientos, mis mejores intenciones y actúo con bondad hacia esa persona y eso hace que uno mismo se sienta bien, sienta el amor.

La mayoría de nosotros estamos encerrados con nuestros seres queridos, y si estamos solos, nuestra mente se va una y otra vez hacia ellos. Bueno, y ¿cómo estamos pasando este confinamiento? Pues lo que la experiencia nos suele enseñar es que las personas más cercanas son con las que más discutimos, a las que les mostramos la parte más fea de nuestro carácter, cuántas veces pensamos o decimos no puedo contigo (hijos, padres, hermanos, pareja, amigos) y sin embargo no quiero que te pase nada, que nadie te haga ni diga nada, que no te roce el aire. Volvemos a lo mismo, pies a la tierra y mirada hacia dentro, si eres una de las personas a las que más amo en el mundo, mi hijo, mi pareja, mi familia, mi amigo, quiero lo mejor para ti. Entonces, me paro y pienso, ¿qué quiero? Y, ¿cómo te lo puedo expresar con amabilidad y respeto?

Y así, en líneas generales, seguro que el confinamiento, que la convivencia estos días, será más llevadera. Buscando dentro, en lo esencial, es entonces cuando lo demás parece que empieza a convertirse en un ruido de fondo, es entonces cuando encuentro un poco de paz en medio de la crisis y dejo espacio para sentirme bien, para estar de buen humor, para estar con “mis personas”.

Transito P. Bernal Rodríguez

Lcda. Psicología

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