Continuamos en nuestro intento de acercar la psicología presentando un nuevo concepto cuyo conocimiento puede sernos útil para afrontar y comprender mejor los momentos difíciles de nuestras vidas. Se trata de la resiliencia.
La resiliencia consiste en la capacidad de las personas para sobreponerse ante situaciones difíciles, dolorosas y estresantes. En muchas ocasiones las situaciones de la vida escapan de nuestro control, nos vemos envueltos en circunstancias complejas que nos llevan a tener emociones, sentimientos y pensamientos negativos. La resiliencia no significa atravesar estos momentos sin sufrimiento sino ser capaz de reponerse tras el mismo.
Actualmente existe la tendencia a creer que las personas no debemos aceptar ningún tipo de dolor ni sufrimiento en nuestras vidas, sino que éstas deben ser totalmente agradables. A menudo los medios de comunicación y redes sociales nos presentan a personas exitosas, capaces de afrontar activamente cualquier tipo de problema o en el caso opuesto, capaces de ignorarlo o evitarlo sin que ello les suponga ningún inconveniente. Sin embargo la realidad es muy diferente, a veces el dolor es “inevitable”, como por ejemplo ante situaciones de enfermedad, pérdida de un ser querido, rupturas amorosas y pérdida de empleo entre otras.
La resiliencia no supone aceptar sin más el problema sin padecerlo, sino en ser consciente del mismo (determinar cuál es el problema, al margen de todas la circunstancias que le rodeen), de su temporalidad (comprender que esos sentimientos desagradables no serán siempre tan intensos), de su envergadura (analizar la magnitud del problema nos ayuda a darle importancia según su gravedad) y confiar en nuestras capacidad de afrontamiento, de resistencia y de superación.
Parafraseando a Nelson Mandela, la mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre.
Tránsito Bernal Rodríguez
Lcda. Psicología